Pride of Bahgdad: una historia con garra

Por Miguel Cueto

 

En abril de 2003, cuatro leones escaparon del zoológico de Bagdad durante un bombardeo del ejército de Estados Unidos a Irak. Esta es su historia…


Basada en hechos reales, Pride of Baghdad, publicada bajo el sello Vertigo en septiembre de 2006, es una simbólica, desgarradora y conmovedora obra del multifacético Brian K. Vaughan, a quien debemos joyas como Y: The Last Man (Vertigo) y Saga (Image). Cargada de una fuerte crítica política, presenta a una manada de leones que accidentalmente queda en libertad tras un ataque en el que el zoológico de Bagdad es afectado.


 



 

Zill, el macho alfa de la manada; Noor, una joven y astuta leona; Ali, el inocente cachorro de esta pareja, y Safa, una leona madura y tuerta, conforman este pequeño grupo, que por azares del destino descubrirá que no todo es lo que parece y pondrán a prueba su lealtad y valentía.


En esta historia, la ansiada libertad de los animales que viven en cautiverio no es más que un sueño para los que nacieron en el zoológico, mientras que para los que fueron capturados y llevados ahí es un alivio, un lugar tranquilo donde no faltará el alimento. Sin embargo, cuando la guerra entre las naciones destruye su refugio, todas las criaturas serán expuestas a la crueldad, no solo de un mundo moderno, sino de la guerra.


 


La premisa de esta magnífica obra resulta interesante y hace que el lector no pueda abandonarla hasta conocer el súbito desenlace, haciendo del recorrido algo digno de experimentar gracias a la excelente narrativa de Vaughan y el hermoso arte de Niko Henrichon, quien nos permite admirar la belleza, no solo de los animales que protagonizan este relato, sino de los impresionantes y a la vez desoladores paisajes de Bagdad.


Las historias protagonizadas por animales suelen lograr una empatía en el lector, sin embargo, Pride of Baghdad va más allá, gracias al enorme simbolismo que maneja. Todo está ahí por una razón y tiene un significado. Ali representa a los niños inocentes y vulnerables, Noor es la joven que busca una democracia y que anima a los demás a unirse para vencer, mientras que Zill es el hombre cauteloso e inconforme, y el zoológico es la prisión que representa al Irak previo a la guerra. Mención aparte merece la sabia tortuga que busca explicar a los leones que todo el conflicto se debe a un veneno negro que se encuentra bajo la tierra, y que lleva a preguntarnos, en palabras del propio Vaughan, si realmente Estados Unidos está combatiendo el terrorismo o si en su lugar está creando un nuevo tipo de terroristas.


No importa cuantas veces lea Pride of Baghdad, el mensaje de Vaughan es sumamente poderoso, inspirador, crudo, conmovedor y un tanto triste. Un verdadero deleite para cualquier lector que quiera acompañar a estos vulnerables pero valerosos leones en su dramático viaje por encontrar su lugar en una tierra mucho más peligrosa que la propia selva de la que deberían ser reyes.

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